El vino tiene una larga y fascinante historia que se remonta a miles de años atrás. Los primeros registros del cultivo de uvas y la producción de vino se encuentran en el Cáucaso y la región del Mediterráneo, en lo que hoy es Georgia, Irán, Turquía y Grecia. Los antiguos egipcios, romanos y griegos valoraban el vino por su sabor, sus propiedades medicinales y su importancia religiosa y cultural.
En la Edad Media, los monjes cristianos se convirtieron en expertos en la elaboración de vino y jugaron un papel clave en su distribución y comercialización. Durante la época de los descubrimientos, el vino se convirtió en un artículo de comercio importante y se exportaba desde Europa a las colonias de América y África.
Hoy en día, el vino es una bebida popular en todo el mundo y se produce en numerosos países, desde Chile hasta Australia. Los métodos de producción han evolucionado a lo largo del tiempo y se han desarrollado nuevas técnicas para mejorar la calidad y el sabor del vino.